Consejos para pareja


¿Realidad virtual?


En el mundo de lo irreal que nos subyuga y que queremos ardientemente que sea real, el enamoramiento es el paradigma. No quiero decir con eso que todo lo que vamos conociendo en el ser amado sea un simple espejismo como pasa con el sistema de seduccion subliminal . Tampoco quiero etiquetarlo de realidad virtual que poco tiene que ver con la realidad real. Ya que cada uno tiene características que realmente existen y otras que «me parece que existen»...


Durante el enamoramiento, las parejas muestran una predisposición positiva: casi todo lo que dice o hace el otro se interpreta bajo una luz positiva. «No puede hacer algo mal», nos autoconvencemos. Solemos ver en nuestra pareja toda suerte de virtudes y cualidades positivas, que en realidad pueden no estar presentes o lo están en grado menor de lo que imaginamos. Asimismo, proyectamos en el otro todas las virtudes que fervientemente deseamos que tenga y, a fuerza de proyectarlas —en nuestra imaginación, por supuesto—, acabamos creyendo que realmente las tiene.



















También influye en la elaboración de esta «percepción» —muy distorsionada en algunos casos— la propia relación de noviazgo, cuya naturaleza puede ser engañosa desde el comienzo, ya que cada uno de los integrantes de la empresa se conduce bien y trata de ser sumamente agradable, solícito y simpático para echar adelante la relación. ¡Ponemos toda la carne en el asador!


El narcotizante flechazo amoroso proporciona a la pareja una curiosa fusión de intereses e incluso de identidad, de manera que lo que gusta a uno, gusta también al otro. «Hay que ver la de cosas que tenemos en común», se dicen, sorprendidos a la hora incluso de como seducir a una mujer , cogiéndose delicadamente las manos. «Penen los corazones altruistas). Eso sí, prácticamente todos empiezan a metamorfosearse, a transformarse en sagaces vendedores de su propio producto: a aupar al máximo su palmito, a lucir su cuerpecito serrano, a explotar sus más ocultas habilidades usando el metodo de seducción subliminal . Nos parecemos a aquellos vendedores que montaban el tenderete en la puerta de los grandes almacenes o en las ferias de pueblo y con su vocerío y desparpajo nos arremolinaban en torno a ellos, haciéndonos creer que íbamos a hacer la mejor adquisición de nuestra vida comprando una novedad recién importada del extranjero... Artilugio que, todo sea dicho, no nos hacía ninguna falta, y que, además, al llegar a casa ya no funcionaba.


La moraleja del chasco de esta compra es similar a lo que respondía el abuelo materno de mi mujer cuando le alababan las cualidades personales de alguien a quien se acababa de conocer. «Sí, sí. Póntelo en casa», repetía con socarrona ironía. En otras palabras: una cosa es el escaparate de las cosas, y de las personas, con todos sus atrezos y maquillajes, y verlo de paseo, expuesto con sus mejores galas, y otra, bien distinta, es cuando te instalan el escaparate en casa, sin adornos ni fiorituras, que es cuando se ven los defectos, las costuras mal hechas y que realmente no era lo que aparentaba, pero... ¡ya lo tenemos metido en casa! («Oiga, ¿se puede devolver?»)


Y pronto hablaremos sobre nuevos metodos para seducir a una mujer.